
Este es un plato en el que se pueden variar los ingredientes dependiendo de lo que tengamos disponible y/o los gustos de cada uno.
Ingredientes:
1 Berenjena
1 Calabacín
1 ó 2 Tomates (dependiendo del tamaño o variedad – bola, rosa, feo, etc)
1 Cebolla (de guisar, de ensalada, chalotas – al gusto)
1 Puerro
Queso rallado
Sal
Aceite de Oliva
Preparación:
Encendemos el horno a una temperatura de 170º en modo aire (si tiene) o si no tiene en modo horno sólo con la parte de abajo.
Cortamos en finas lonchas aquellos ingredientes que hayamos elegido para nuestro milhojas.
Una vez tenemos cortados los ingredientes principales procedemos a montarlos en una fuente de cristal para horno (tipo pyrex).
Vertemos una cuchara sopera de aceite de oliva en el fondo de la fuente y lo extendemos para que cubra todo el fondo.
Después vamos colocando capas por tipo de hortaliza. Podemos comenzar por la berenjena, después el tomate, luego la cebolla (o puerro), seguido del calabacín. Si usamos cebolla y puerro colocamos el tomate entre ambos.
Se pone sal entre la capa de tomate y la de cebolla (ayuda a compensar el dulzor de la cebolla con el ácido del tomate) si se usan esos dos ingredientes, si no sobre el tomate, si se usa solo tomate, o sobre la cebolla, si se usa solo cebolla. Incluso si se usan puerro, tomate y cebolla sazonar entre estas capas.
Repetimos el procedimiento de la colocación de las capas en el mismo orden en que lo hemos hecho la primera vez hasta llegar al borde de la fuente.
Una vez dispuestas las capas de hortalizas cubrimos la última capa con queso rallado. El queso al gusto. Se puede usar desde mozzarella, emmental, gouda, mezcla de quesos, parmesano, grana padano, o rallar el queso casero que tengamos.
Cuando el horno haya adquirido la temperatura, deseada introducimos la fuente, en la parte más baja que nos permita nuestra bandeja de horno, y dejamos que se hornee hasta que la capa de queso tenga un color apetitosamente gratinado.